La perdí para siempre,
perdí sus abrazos y sus besos
perdí el calor que solo ellas saben dar
perdí su gran sonrisa orgullosa de su hijo
perdí la oportunidad de contarle muchas cosas
Mamá,
Ha pasado tiempo y creo que no he dejado de pensar cada día en ti
Es imposible describir la sensación de no tenerte cerca
Hay días que todavía soy un autómata
perdido en la verdad de no poderte ver, hablar, abrazar...
Siempre te preocupaba dejar sólo a tu chico pequeño
aunque tu chico creció
e intenta que estés orgullosa de ver que aprendí todo lo que me enseñaste
No dejes nunca de acompañarme
me siento más seguro pensando que sigues atenta de mi
te cuento cosas por si me oyes...
te mando amor por si lo sientes...
te quiero
(Entrada recuperada de mi anterior blog para el día de la madre)
miércoles, 29 de abril de 2009
viernes, 24 de abril de 2009
Vivo en el tiempo...
… de voy a la mía y tú a la tuya.
En el tiempo…
… de respirar fuerte para coger el poco aire que nos queda limpio de mentiras.
… de guerras, maltratos y otras miserias.
… en que el amor no consigue sostenerse por mucho tiempo en las personas.
… en que los intereses priman sobre los corazones.
… de la superficialidad y la hipocresía.
También vivo en el tiempo de un corazón limpio.
En el tiempo…
… de un abrazo de un amigo.
… de una mirada para entenderse.
… de la ayuda desinteresada.
… en el que echamos de menos tantas cosas.
… de poner a cada uno en su lugar.
Vivo en el tiempo sobreviviendo sin tu piel
En el tiempo…
… de respirar fuerte para coger el poco aire que nos queda limpio de mentiras.
… de guerras, maltratos y otras miserias.
… en que el amor no consigue sostenerse por mucho tiempo en las personas.
… en que los intereses priman sobre los corazones.
… de la superficialidad y la hipocresía.
También vivo en el tiempo de un corazón limpio.
En el tiempo…
… de un abrazo de un amigo.
… de una mirada para entenderse.
… de la ayuda desinteresada.
… en el que echamos de menos tantas cosas.
… de poner a cada uno en su lugar.
Vivo en el tiempo sobreviviendo sin tu piel
martes, 21 de abril de 2009
Pasado II
Nunca tuve tantas paranoias como en esa época. Por un lado tenía claro que me gustaban los tíos pero, por otro, los tiempos no eran como ahora. Y a pesar de no ver en casa una posible represión por el tema en el momento que se enteraran, me sentía un poco enfadado con el mundo y un poco asustado.
Todo hubiera sido más fácil si, como mis amigos de entonces, me hubieran gustado las tías y las hubiera entrado a saco en esa discoteca de Coslada a la que íbamos mucho a pesar de tener que pillar un autobús que tardaba un huevo y parte de otro y a la vuelta matarnos con los malotes borrachillos y sus “pibas” para poder entrar todos en el último bus.
Ya en la mayoría de edad apareció una mujer en mi vida, amiga de una prima y que, claramente, se veía que quería “cacho” como decían en aquellos tiempos. Yo no sabía ya dónde esconderme para que no sucediera lo inevitable… que se me tirara encima cualquier día.
La chavalita en cuestión era mayor que yo y estaba más que resabiada. No se cortaba en que las indirectas cada vez fueran más directas. Y un día pensé... “a tomar por culo todo”… “voy a probar”… y así fue. Un sábado me dijo de ir al cine y yo acepté. Salimos del cine y nos fuimos para el parque de nuestro barrio. Allí no tardó nada en empezar a jugar conmigo… que si cosquillas por aquí, cosquillas por allá y cuando todavía no me había dado tiempo a asimilar ni qué estaba haciendo ya me había metido la lengua hasta la campanilla.
La situación fue muy rara. La tía había empezado y ya todo era seguir a ver qué pasaba. Pero aquello, como me temía, no funcionaba. No sentí repulsión, asco ni nada parecido. Y ese era el problema, que no sentía nada… ni para bueno ni para malo. Era como si, de repente, me hubiera convertido en un muñeco que se deja hacer pero en el que no late ningún corazón. La tía se curro su experiencia sin cortarse ni un poco y en menos de diez minutos me tenía sin camisa y llevándome la mano a sus tetas. ¡Qué fuerte! Ahora lo pienso y por una parte se esboza en mi cara una sonrisa, pero por otra no entiendo como ciertas presiones en mi cabeza hicieron que acabara tirado en ese césped. Menos mal que aquello se calmó, el reloj hizo que se nos hubiera hecho muy tarde y paramos para volver. Me sentí aliviado. Si en diez minutos había dirigido mi mano, ¿qué más podía hacer si pasaba media hora?
La dejé en su portal y me fui para casa con un cruce de sensaciones. La primera clara era que eso no volvería a pasar. En ese momento más que nunca me quedó muy claro que sólo me gustaban los tios. La segunda sensación la tenía en mi cuello… me había hecho un chupetón impresionante. Encima tendría que dar explicaciones.
Nunca dí esas respuestas a nadie y si que sirvió para el típico cachondeíto entre amigos y para, una vez más, disimular y supongo que callar alguna boca (que no estaba equivocada) pensando que me había enrollado con una tía. No guardo ningún mal recuerdo de ese momento. Si que me persiguió bastante para terminar lo que empezamos… pero yo tenía claro que no iba a terminar nada que nunca debió empezar.
A veces cuando ahora veo casos en que tios gays han estado, o están, tiempo con tías para disimular me acuerdo de ese día en el parque. Pero yo no hice daño. En un día no se hace daño a nadie porque no le das tiempo a que conozca cómo eres realmente y enamorarse. Estar meses o años con alguien por el “qué dirán” me parece, francamente, una aberración y de un egoísmo inmenso.
Todo hubiera sido más fácil si, como mis amigos de entonces, me hubieran gustado las tías y las hubiera entrado a saco en esa discoteca de Coslada a la que íbamos mucho a pesar de tener que pillar un autobús que tardaba un huevo y parte de otro y a la vuelta matarnos con los malotes borrachillos y sus “pibas” para poder entrar todos en el último bus.
Ya en la mayoría de edad apareció una mujer en mi vida, amiga de una prima y que, claramente, se veía que quería “cacho” como decían en aquellos tiempos. Yo no sabía ya dónde esconderme para que no sucediera lo inevitable… que se me tirara encima cualquier día.
La chavalita en cuestión era mayor que yo y estaba más que resabiada. No se cortaba en que las indirectas cada vez fueran más directas. Y un día pensé... “a tomar por culo todo”… “voy a probar”… y así fue. Un sábado me dijo de ir al cine y yo acepté. Salimos del cine y nos fuimos para el parque de nuestro barrio. Allí no tardó nada en empezar a jugar conmigo… que si cosquillas por aquí, cosquillas por allá y cuando todavía no me había dado tiempo a asimilar ni qué estaba haciendo ya me había metido la lengua hasta la campanilla.
La situación fue muy rara. La tía había empezado y ya todo era seguir a ver qué pasaba. Pero aquello, como me temía, no funcionaba. No sentí repulsión, asco ni nada parecido. Y ese era el problema, que no sentía nada… ni para bueno ni para malo. Era como si, de repente, me hubiera convertido en un muñeco que se deja hacer pero en el que no late ningún corazón. La tía se curro su experiencia sin cortarse ni un poco y en menos de diez minutos me tenía sin camisa y llevándome la mano a sus tetas. ¡Qué fuerte! Ahora lo pienso y por una parte se esboza en mi cara una sonrisa, pero por otra no entiendo como ciertas presiones en mi cabeza hicieron que acabara tirado en ese césped. Menos mal que aquello se calmó, el reloj hizo que se nos hubiera hecho muy tarde y paramos para volver. Me sentí aliviado. Si en diez minutos había dirigido mi mano, ¿qué más podía hacer si pasaba media hora?
La dejé en su portal y me fui para casa con un cruce de sensaciones. La primera clara era que eso no volvería a pasar. En ese momento más que nunca me quedó muy claro que sólo me gustaban los tios. La segunda sensación la tenía en mi cuello… me había hecho un chupetón impresionante. Encima tendría que dar explicaciones.
Nunca dí esas respuestas a nadie y si que sirvió para el típico cachondeíto entre amigos y para, una vez más, disimular y supongo que callar alguna boca (que no estaba equivocada) pensando que me había enrollado con una tía. No guardo ningún mal recuerdo de ese momento. Si que me persiguió bastante para terminar lo que empezamos… pero yo tenía claro que no iba a terminar nada que nunca debió empezar.
A veces cuando ahora veo casos en que tios gays han estado, o están, tiempo con tías para disimular me acuerdo de ese día en el parque. Pero yo no hice daño. En un día no se hace daño a nadie porque no le das tiempo a que conozca cómo eres realmente y enamorarse. Estar meses o años con alguien por el “qué dirán” me parece, francamente, una aberración y de un egoísmo inmenso.
lunes, 20 de abril de 2009
Pasado
No sé como llegó a pasar. Sólo que estábamos siempre los dos juntos.
Demasiado joven y sin experiencia para quizá darme cuenta que simplemente buscaba saciar esas ganas de adolescente. Pero yo le seguía el juego. Ambos en esa edad de descubrir. Estaba haciendo cosas que me había imaginado alguna vez pero que no tenía claras.
No tengo un recuerdo claro del primer día que pasó algo. Si tengo muchos recuerdos que ese primer día se repitió muchas veces. Tantas como algun que otro año que fué pasando.
Al principio sólo nos tocábamos. El tenía claro qué hacía. Imagino que ya se había masturbado más veces. Yo no. En esa época no teníamos tanta información como ahora y yo, sinceramente, era un poco lelo e ingenuo. Puede que más infantil que él. Me puse muy nervioso cuando eyaculé. No sabía qué me estaba pasando.
Después aquello fué a más y por primera vez tuvimos sexo oral.
Siempre buscábamos un momento para tocarnos. Las hormonas hacían bien su papel. Muchas veces dormíamos juntos con la excusa de cualquier adolescente de reir y "platicar". Nunca supe esa manía con la palabra mexicana, puede que fuera por que se empezaban a ver las primeras telenovelas y le hacía gracia.
El tiempo pasaba y aparecieron más personas. En concreto su novia. Yo cerré el tema o al menos eso intenté, y aunque con menos asiduidad que en el pasado volvió a suceder lo inevitable. Yo no hice nada, no me parecía justo por ella, pero dormimos juntos y él me buscó de nuevo. Como antes, como siempre.
Pasaron meses hasta que tuvimos otra oportunidad de estar juntos, y los meses se hicieron años. Ya no eramos tan adolescentes, la herida se cerraba. Otra casualidad hizo que termináramos juntos de nuevo y esa vez fue diferente. Tuvimos lo que para mi fué la primera relación sexual completa. Reconozco que la inexperiencia hizo que aquello no fuera perfecto. El me besaba, nunca antes lo hizo. Fué especial, creo que por primera vez sentí que le quería más de lo que debiera. Y eso, me hizo tomar la primera decisión difícil de mi vida en cuestiones de amor. Recuerdo que primero fuí al baño, me sentía raro, me sentía sucio... pensé que su novia no se lo merecía y también tuve sentimientos cruzados acerca de mi homosexualidad. Cuando volví a la cama le dije que teníamos que hablar. El me miró con esa carita que me ponía siempre de "no he roto un plato" y yo, costándome mucho, le dije que eso no volvería a suceder. Creo que me vió lo suficientemente serio como para comprender que así iba a ser. No era justo por su novia ni tampoco por mí. Para él era más fácil, nos tenía a los dos.
En muchos momentos volví a pensar en él y en otros tantos me hubiera gustado que se hubiera saltado a la torera mi petición. Pero la respetó y hoy, desde la distancia, se agradece que lo hiciera.
Todavía mantenemos contacto telefónico de vez en cuando. Se casó pero no con la novia que yo conocí. Alguna vez pensé, como dije al principio, que sólo buscaba saciar esas ganas de adolescente pero ahora tengo claro que no fué así. Creo que él también me quiso, creo que alguien que te besa de esa forma y hace el amor contigo no busca placer por placer, creo que no fue capaz de asumir su bisexualidad...
Demasiado joven y sin experiencia para quizá darme cuenta que simplemente buscaba saciar esas ganas de adolescente. Pero yo le seguía el juego. Ambos en esa edad de descubrir. Estaba haciendo cosas que me había imaginado alguna vez pero que no tenía claras.
No tengo un recuerdo claro del primer día que pasó algo. Si tengo muchos recuerdos que ese primer día se repitió muchas veces. Tantas como algun que otro año que fué pasando.
Al principio sólo nos tocábamos. El tenía claro qué hacía. Imagino que ya se había masturbado más veces. Yo no. En esa época no teníamos tanta información como ahora y yo, sinceramente, era un poco lelo e ingenuo. Puede que más infantil que él. Me puse muy nervioso cuando eyaculé. No sabía qué me estaba pasando.
Después aquello fué a más y por primera vez tuvimos sexo oral.
Siempre buscábamos un momento para tocarnos. Las hormonas hacían bien su papel. Muchas veces dormíamos juntos con la excusa de cualquier adolescente de reir y "platicar". Nunca supe esa manía con la palabra mexicana, puede que fuera por que se empezaban a ver las primeras telenovelas y le hacía gracia.
El tiempo pasaba y aparecieron más personas. En concreto su novia. Yo cerré el tema o al menos eso intenté, y aunque con menos asiduidad que en el pasado volvió a suceder lo inevitable. Yo no hice nada, no me parecía justo por ella, pero dormimos juntos y él me buscó de nuevo. Como antes, como siempre.
Pasaron meses hasta que tuvimos otra oportunidad de estar juntos, y los meses se hicieron años. Ya no eramos tan adolescentes, la herida se cerraba. Otra casualidad hizo que termináramos juntos de nuevo y esa vez fue diferente. Tuvimos lo que para mi fué la primera relación sexual completa. Reconozco que la inexperiencia hizo que aquello no fuera perfecto. El me besaba, nunca antes lo hizo. Fué especial, creo que por primera vez sentí que le quería más de lo que debiera. Y eso, me hizo tomar la primera decisión difícil de mi vida en cuestiones de amor. Recuerdo que primero fuí al baño, me sentía raro, me sentía sucio... pensé que su novia no se lo merecía y también tuve sentimientos cruzados acerca de mi homosexualidad. Cuando volví a la cama le dije que teníamos que hablar. El me miró con esa carita que me ponía siempre de "no he roto un plato" y yo, costándome mucho, le dije que eso no volvería a suceder. Creo que me vió lo suficientemente serio como para comprender que así iba a ser. No era justo por su novia ni tampoco por mí. Para él era más fácil, nos tenía a los dos.
En muchos momentos volví a pensar en él y en otros tantos me hubiera gustado que se hubiera saltado a la torera mi petición. Pero la respetó y hoy, desde la distancia, se agradece que lo hiciera.
Todavía mantenemos contacto telefónico de vez en cuando. Se casó pero no con la novia que yo conocí. Alguna vez pensé, como dije al principio, que sólo buscaba saciar esas ganas de adolescente pero ahora tengo claro que no fué así. Creo que él también me quiso, creo que alguien que te besa de esa forma y hace el amor contigo no busca placer por placer, creo que no fue capaz de asumir su bisexualidad...
Etiquetas:
gay inexperiencia bisexualidad adolescente
martes, 14 de abril de 2009
El "balantains" y los taitantos
Hace tiempo que no salgo con la misma asiduidad que cuando tenía ventitantos. Entre que he tenido pareja (y no le gustaba salir) y que me estoy haciendo mayor por momentos, cada vez me apetece menos meterme en tuburios.
Cuando salgo con mis amigos hetero termino borracho y siempre con el cuestionario típico acerca de qué haces en la cama con otro tio y curiosidades varias. Que entiendo que te mola tener un amigo gay, trucha o como me quieras llamar pero ya empieza a cansar un poquito ser el centro de atención. El próximo día, si sigues así, acabaré por intentar quitarte yo la camisa y verás la que liamos como te guste. Yo tengo claro que me gustaría, al fin y al cabo sigues siendo mi amor platónico de la universidad. Morbo asegurado :P
Cuando salgo con mis amigos gays termino borracho igualmente y en este caso no hay cuestionarios pero hay sobes, pesaos, chaperos, drags, mucha gente desfasada, baños donde te da cosa hasta sacarte el pito pa mear y autobús de vuelta a las 8 de la mañana.
Este sábado opté por quedarme en casa con un amigo y también tela como terminamos. Menos mal que, en este caso, la cama estaba a 10 metros.
De cualquiera de las formas llevo muy mal la resaca. ¿Será que cuando uno es más jovenzuelo ni piensa en ella? ¿Será que la neurona resistente se está cansando? ¿Será que mis piernas ya no me sostienen de igual forma cuando ahora (y antes no) tengo la necesidad de tirarme en el sillón y no ponerme en posición vertical en todo el día? ¿Será que no podemos eludir resposabilidades en un día de resaca y antes si cuando me llamaba mi madre a comer y después a seguir sobando?
Tengo que hacer caso a Dani Martín (ummmm) y a su "Peter Pan" y buscarme otro novio casero...
Cuando salgo con mis amigos hetero termino borracho y siempre con el cuestionario típico acerca de qué haces en la cama con otro tio y curiosidades varias. Que entiendo que te mola tener un amigo gay, trucha o como me quieras llamar pero ya empieza a cansar un poquito ser el centro de atención. El próximo día, si sigues así, acabaré por intentar quitarte yo la camisa y verás la que liamos como te guste. Yo tengo claro que me gustaría, al fin y al cabo sigues siendo mi amor platónico de la universidad. Morbo asegurado :P
Cuando salgo con mis amigos gays termino borracho igualmente y en este caso no hay cuestionarios pero hay sobes, pesaos, chaperos, drags, mucha gente desfasada, baños donde te da cosa hasta sacarte el pito pa mear y autobús de vuelta a las 8 de la mañana.
Este sábado opté por quedarme en casa con un amigo y también tela como terminamos. Menos mal que, en este caso, la cama estaba a 10 metros.
De cualquiera de las formas llevo muy mal la resaca. ¿Será que cuando uno es más jovenzuelo ni piensa en ella? ¿Será que la neurona resistente se está cansando? ¿Será que mis piernas ya no me sostienen de igual forma cuando ahora (y antes no) tengo la necesidad de tirarme en el sillón y no ponerme en posición vertical en todo el día? ¿Será que no podemos eludir resposabilidades en un día de resaca y antes si cuando me llamaba mi madre a comer y después a seguir sobando?
Tengo que hacer caso a Dani Martín (ummmm) y a su "Peter Pan" y buscarme otro novio casero...
Presentación
Me presento en este blog con la única intención de contarme a mi mismo y al cyber mundo, que quiera leerme, historias diversas que irán pasando por mi cabeza.
Soy madrileño aunque hace tiempo decidí vivir en las afueras, limitando con otra provincia.
Creo que queda más que claro mi orientación sexual jeje. Así soy y así te lo he contado... a ti y a mucha gente. Que hace tiempo decidí que si el armario no se ventila empieza a oler demasiado...
Vuelvo a ser soltero (que no entero) después de una relación relativamente larga de cuya ruptura, poco a poco, me empiezo a recuperar.
Y en el post de presentación por cortesía nada más ;)
Saludos
Soy madrileño aunque hace tiempo decidí vivir en las afueras, limitando con otra provincia.
Creo que queda más que claro mi orientación sexual jeje. Así soy y así te lo he contado... a ti y a mucha gente. Que hace tiempo decidí que si el armario no se ventila empieza a oler demasiado...
Vuelvo a ser soltero (que no entero) después de una relación relativamente larga de cuya ruptura, poco a poco, me empiezo a recuperar.
Y en el post de presentación por cortesía nada más ;)
Saludos
Bienvenid@
Después de hacer un intento el pasado año en otro servidor y funcionar muy (pero que muyyy) mal me decido a intentarlo con este.
Daros la bienvenida a tod@s los que querais pasar por aquí a leer mis reflexiones y paranoyas varias.
Un saludo ;)
Daros la bienvenida a tod@s los que querais pasar por aquí a leer mis reflexiones y paranoyas varias.
Un saludo ;)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)