Hace tiempo que no salgo con la misma asiduidad que cuando tenía ventitantos. Entre que he tenido pareja (y no le gustaba salir) y que me estoy haciendo mayor por momentos, cada vez me apetece menos meterme en tuburios.
Cuando salgo con mis amigos hetero termino borracho y siempre con el cuestionario típico acerca de qué haces en la cama con otro tio y curiosidades varias. Que entiendo que te mola tener un amigo gay, trucha o como me quieras llamar pero ya empieza a cansar un poquito ser el centro de atención. El próximo día, si sigues así, acabaré por intentar quitarte yo la camisa y verás la que liamos como te guste. Yo tengo claro que me gustaría, al fin y al cabo sigues siendo mi amor platónico de la universidad. Morbo asegurado :P
Cuando salgo con mis amigos gays termino borracho igualmente y en este caso no hay cuestionarios pero hay sobes, pesaos, chaperos, drags, mucha gente desfasada, baños donde te da cosa hasta sacarte el pito pa mear y autobús de vuelta a las 8 de la mañana.
Este sábado opté por quedarme en casa con un amigo y también tela como terminamos. Menos mal que, en este caso, la cama estaba a 10 metros.
De cualquiera de las formas llevo muy mal la resaca. ¿Será que cuando uno es más jovenzuelo ni piensa en ella? ¿Será que la neurona resistente se está cansando? ¿Será que mis piernas ya no me sostienen de igual forma cuando ahora (y antes no) tengo la necesidad de tirarme en el sillón y no ponerme en posición vertical en todo el día? ¿Será que no podemos eludir resposabilidades en un día de resaca y antes si cuando me llamaba mi madre a comer y después a seguir sobando?
Tengo que hacer caso a Dani Martín (ummmm) y a su "Peter Pan" y buscarme otro novio casero...
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