La felicidad

Hoy han subido al autobús una parejita que veo algunas veces.

Siempre me sale una sonrisa al verles. Son muy jóvenes, sudamericanos, guapísimos los dos y tienen ya un niño.

Siempre dicen que al tener un niño tan joven la vida te obliga a madurar más rápido de lo normal . También que te pierdes muchas cosas que ya no puedes hacer propias de tu edad como salir por la noche.

Aún con todas esas dificultades la sonrisa me sale sola por verles la cara que le ponen a su niño. Sobre todo el padre… choca ver ese chavalín con su crestita y sus pantalones caídos como tiene la responsabilidad y el amor por su niño en la mirada. Le hace todo tipo de carantoñas todo el camino. Imagino que donde se bajan es para dejarle en la guardería e irse a trabajar los dos. Desgraciadamente la vida no está para quedarse en casa uno de los dos y criarlo como lo hacían nuestras madres, viviendo por y para nosotros… pero al menos se les nota que no ha supuesto un estorbo en sus vidas como otras parejas ya formadas y maduras que te encuentras por ahí.

Creo que una vez más la felicidad no la proporciona lo socialmente correcto… con observar como se miran entre ellos y como miran a su niño es suficiente para verla y sentirla.